Laguna serena y cristalina, rodeada de una biodiversidad única
El recorrido de la Laguna de El Picacho se despliega a través del corazón del Parque Natural de los Alcornocales, siguiendo antiguos caminos que han sido testigos de generaciones de viajeros y exploradores. Esta ruta, conocida por muchos como el "Sendero de las Aguas Escondidas", nos invita a descubrir una de las joyas naturales más impresionantes de la región: la Laguna de El Picacho, un oasis de serenidad rodeado de una exuberante vegetación.
Antes de sumergirse en el sendero, un panel informativo da la bienvenida a los visitantes, ofreciendo detalles sobre la formación geológica de la laguna y la rica biodiversidad que alberga. A medida que uno avanza, es posible observar vestigios de antiguos asentamientos y campamentos de pescadores que solían aprovechar las abundantes aguas de la laguna.
El sendero, con suaves ondulaciones, serpentea a través de bosques de alcornoques y helechos, ofreciendo vistas panorámicas de la laguna en varios puntos. El sonido del agua, el canto de las aves y el murmullo del viento entre los árboles acompañan al caminante en esta travesía.
Una de las características más notables de esta ruta es la diversidad de aves acuáticas que habitan la laguna. Especies como el pato colorado, la garza real y el martín pescador pueden ser avistadas con frecuencia. Además, la laguna es hogar de una variedad de peces y anfibios, lo que la convierte en un punto de interés para biólogos y entusiastas de la naturaleza.
El recorrido culmina en un mirador que ofrece una vista panorámica de la Laguna de El Picacho, un lugar perfecto para reflexionar sobre la belleza y la historia que este rincón del Parque Natural de los Alcornocales tiene para ofrecer.